¡Transforma tu vida desde hoy! - La primera sesión es gratuita

Yoga, siempre es mi respuesta.

En estos días me he sentido un poco desconectada de mi energía, sin ganas de hacer las cosas que me había propuesto, como paralizada. Sabía lo que tenía que hacer, pero me faltaba esa chispa para empezar. Justamente estoy atravesando un momento de sanación interna con temas inconscientes relacionados con mis padres, y supongo que, al traer todo eso a la consciencia, como cuando una se enferma y se recupera, el proceso también implica restablecer poco a poco la energía vital.

Estar así es parte del camino. Aceptarse también en estos momentos, aquí y ahora, con esa culpa de estar procrastinando. Cada día intento ser más compasiva conmigo misma: no criticarme, no juzgarme, no exigirme estar siempre en el hacer, sino permitirme también estar en el ser. Intento atravesar mis emociones de forma consciente, sin evadirlas.
Pero son muchos años de aprendizajes que hoy me toca desaprender. Me enseñaron que debía estar siempre haciendo algo, produciendo, rindiendo… Pero hoy me permito estar aquí, confusa y un poco perdida. A veces, la incertidumbre de no saber cuánto durará esta falta de motivación me quema por dentro. Han pasado los días y esta sensación se mantiene. Aun así, empiezan a llegar ideas para salir de este letargo.

Hoy intenté buscar algo que me conecte conmigo misma, algo que siempre me lleve de regreso a mi centro. Me lo había planteado días atrás, pero no podía si quiera intentarlo. Hoy sentí que era el momento. Me levanté muy temprano y, sin pensarlo mucho —a pesar de haberme despertado varias veces en la noche para tapar a mi hija—, fui a la habitación donde suelo hacer yoga. Coloqué mi mat en el suelo, encendí una vela, jugué un momento con Fellini, que apareció por ahí, y comencé.
Lo que me trajo el yoga hoy fue hermoso. Trabajé el Muladhara Chakra y esto fue lo que me llevé:

AQUÍ ESTOY YO Y OCUPO MI LUGAR EN EL MUNDO.

Aunque a veces nos sintamos perdidas o desconectadas de nosotras mismas, intentar regresar a nuestro centro es posible si conectamos con aquello con lo que siempre hemos tenido una conexión especial. No digo que sentirás magia instantánea, pero sí que estarás un poquito más cerca de ti.
Prueba con eso que te eleva: salir a correr, montar bicicleta, pintar, escuchar tu música favorita, volver a leer un libro que te encantó… o simplemente cerrar los ojos y respirar profundo un par de veces.

Deja una respuesta

Categorias

Autor

#aprendizaje, #conocimiento

Silvia Ruiz

Conoce otras historias

Romper el patrón: cuando lo que sentimos no es nuestro

Hoy experimenté algo particular que espero también te sirva a ti, como me sirvió a mí. Como habrás leído en mi historia, aquí en Suiza somos tres para todo...

Mantras de vida

En mi andar, la vida ha puesto delante de mí a muchos maestros, a quienes agradezco de corazón todas sus enseñanzas. Uno de ellos fue Percy García, mi profesor de Hatha Yoga y de otros cursos de bienestar.

Terremoto: ¿Por dónde empezar a reconstruirme?

Cuando atravesé uno de los periodos más intensos de mi vida y me sentí completamente perdida, el primer paso para encontrarme fue: conocerme.

Agenda tu cita

Descubre las historias que hacen de Cusco un lugar mágico e las historias que hacen de Cusco un lugar mágico.